Estos días en la Tirreno Adriatico el gran público está conociendo a un colombiano atípico. A Fernando Gaviria. Pero Gaviria no es nuevo en este mundo. En 2012 se proclamó campeón del mundo de Omnium y Madison sub-19, y solo dos años después con 20 añitos ganaba su primera copa del mundo de pista. Pero su gran salto lo dio en 2015 en el Tour de San Luis siendo capaz de ganar dos etapas al sprint por delante de nada más y nada menos que de Mark Cavendish. Los triunfos conseguidos en Argentina, pero sobretodo la facilidad con la que los logró, pusieron a Gaviria junto a los nombres de otros jóvenes talentos mundiales.
En este 2016 y tras su fichaje por el Etixx ha dado el salto definitivo, y de momento solo una semana después de proclamarse campeón del mundo de Ominium por segundo vez, superando a Cavendish y a Viviani ha conseguido su primera victoria en el World Tour ganando la tercera etapa de la Tirreno Adriático.
Gaviria es un colombiano atípico. Distinto. De los de la generación 2.0. lejos de los escarabajos típicos como Lucho Herrera o Fabio Parra o de los actuales Quintana, Urán o Henao. Gaviria es un sprinter. Pero de Fernando se espera aún más que eso. Se espera que además de ser un hombre rápido sea un corredor capaz de superar pequeñas cotas, y que por lo tanto pueda disputar el triunfo en muchas más clásicas que un sprinter normal. De aquí que muchos lo comparen con el tri-campeón mundial Oscar Freire. Pero de momento eso aún son palabras mayores. Lo que si está claro es que este sábado, camino de San Remo Gaviria tendrá su primera gran oportunidad de demostrar a todo el mundo que se debe empezar a contar con él. Calidad tiene y de sobras. Veremos también si el físico le acompaña en una clásicas de 290 kilómetros, puesto que aún solo tiene 21 años. El sábado por la tarde ya habremos salido de dudas.

Deja una respuesta