En el primer día de descanso de este Tour de Francia, Joaquim Rodríguez anunciaba que esta sería su última temporada como ciclista profesional. El ciclista catalán, de 37 años, no podía contener las lágrimas anunciado su despedida del ciclismo.
Pero Purito había venido al Tour a competir, no a pasearse, y aunque ha perdido la chispa que hace unos años le caracterizaba, ha estado en la pelea. Aunque no ha tenido opciones de meterse el en el podio, Joaquim ha peleado día tras día, logrando resultados destacados en varias etapas: fue segundo en Saint-Gervais Mont Blanc, tercero en Bàgneres de Luchon y cuarto en Le Lioran. Aunque no ha levantado los brazos, Rodríguez debe irse del Tour con un buen sabor de boca de Francia; a sus 37 años, y sin el apoyo de su equipo en momentos puntuales (recuerden la jornada de Montpellier), ha sido capaz de luchar con los mejores en todo un Tour de Francia. Además, en la etapa de Morzine, fue el único que atacó, algo que fue muy de agradecer dado el lamentable conformismo que hubo entre los hombres de la general. Purito saltó en la primeras rampas del Joux Plane, abrió hueco -junto a su compañero y amigo Zakarin, que venía de la escapada- y en la meta de Morzine ascendió hasta la séptima posición en la clasificación general.

Purito, que tardó en debutar en el Tour de Francia (lo hizo en el año 2010 con 30 años), se ha labrado un buen palmarés en la ronda gala en los cinco años que la ha disputado. Ha ganado tres etapas (En Mende en 2010, año en el que debutó, y en 2015 en Huy y Plateau de Beille), subió al podio final en el año 2013 y ha lucido el maillot de la montaña durante varias etapas, aunque nunca consiguió mantenerlo hasta París.
Rodríguez, que ya ha anunciado que no correrá la Vuelta a España, piensa ahora en las olimpiadas de Rio (¿su última carrera?), que presentan un recorrido duro que se le puede dar muy bien al escalador catalán.

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