Mucho se ha hablado los últimos días acerca del uso de los potenciómetros en competición. En la jornada de descanso de esta Vuelta a España, tanto Contador como Quintana y Valverde fueron muy claros y contundentes en sus declaraciones. Los potenciómetros en competición restan espectáculo, según ellos, y por lo tanto, en su opinión, no deberían usarse para competir.
Todo esto no deja de ser sorprendente más aún cuando ellos mismos son los que entrenan con potenciómetro, y hacen su trabajo especifico en base a los watios. Aunque si analizamos sus argumentos seguramente no les falte razón a Contador y compañía cuando afirman que restan espectáculo.
Es cierto que en los últimos años se ven más ataques en la parte final, cuando ya se tiene que dar el todo por el todo, y muy pocos ataques a pie de puerto. Seguramente los watios y los potenciómetros puedan tener parte de la culpa. Todo corredor de este nivel lleva tantas horas encima de la bicicleta y un estudio tan milimétrico que le permite saber prácticamente con exactitud que ritmo, es decir que watios puede mover en la última subida sin llegar a explotar. Con lo cual, nadie, o prácticamente nadie se atreve a dar un puntito extra, que les pueda llevar a reventar.

Ahora bien. Aunque seguramente no les falte razón en su queja, una pregunta. ¿No será qué Contador, Quintana y Valverde ya no saben cómo ganar a Froome, un tipo que lleva los watios y usa el potenciómetro cómo nadie en el pelotón? Quizá no sea así. Pero corredores de la talla de Contador o Valverde no deberían en ningún caso hacer este tipo de declaraciones, más propias de niño pequeño y que ya no tienen argumentos para reconocer la superioridad aplastante de alguien mejor que él, en este caso Chris Froome.
Todos tendreís opiniones diferentes acerca del uso o prohibición de los potenciómetros. Lo que si está claro es que opinar en contra de los potenciómetros es vivir de espaldas a la realidad y avance tecnológico de nuestros días.
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