Si preguntamos ¿quién es Svein Tuft? las respuestas serán muchas. Algunos dirán que es un gregario del Orica, otros ni siquiera sabrán quien es mientras que los más expertos seguramente dirán que es un buen contrarrelojista canadiense. Lo que si está claro, es que muy pocos saben realmente quien es Svein Tuft.
El canadiense de 39 años tiene una entrañable historia, que bien vale la pena de ser contada. Hijo de una familia acomodada quiso dar un giro a su vida con apenas 15 años. Dejó el instituto, y se fue en busca de aventuras, en busca de su amada naturaleza. Tuft se subió a una antigua y vieja bicicleta, le ató un remolque con un par de mantas y lo justo para sobrevivir y junto a su inseparable perro «Bear» se fue a recorrer mundo.
Un viaje de mucho tiempo, en el que subsistía como podía. Él mismo afirma que vivía sin ningún ahorro en el banco: «Vivía de lo que ganaba en algún trabajo que encontraba durante el camino» en cuanto lo tenia seguía adelante, sin más rumbo que el horizonte y las montañas. Se colaba en trenes de mercancías cuando podía y así fueron pasando los meses hasta que su viaje le llevo a la fría Alaska.

Tuft se apunto años después a alguna carrera local, y sus primeras actuaciones no eran demasiado buenas. No sabia rodar en grupo. De modo que su única opción era ponerse el primero y tirar hasta reventar. Pero con el paso del tiempo lo único que reventaba era a todos los demás. Pura fuerza, un oso salvaje desatado que poco a poco fue despertando el interés de algunos equipos. El equipo Mercury le llamó para un training camp en California. Al bueno de Svein no se le ocurrió otra cosa que ir hasta allí en bicicleta. Nada más y nada menos que 1600 km dándole a los pedales.
En California conoció a Jonathan Vaugthers quien años más tarde le ficho para su equipo Garmin y le ofreció el salto al World Tour. Vaughters a declarado en más de una ocasión como fue su primer contacto: “Svein se presentó con barba larga. Olía mal. Estaba claro que era diferente, que no iba a ser como esos ciclistas europeos que enseguida se compran un coche deportivo». Su fuerza, mental y física le llamó la atención.
Con el tiempo, algunos buenos resultados fueron llegando, y sobretodo su talento en la contrarreloj le abrió las puertas de los mejores equipos del mundo, primero del Garmin y luego del Orica, en el que aún permanece actualmente.
Svein esta listo para una nueva temporada. Residente en andorra des de hace años ya esta realizando su peculiar pretemporada. Combinado ski de montaña con largas salidas y aventuras en bicicleta. De hecho llego al training camp de su equipo este noviembre pedaleando des de su casa.
Estees, Svein Tuft, un ciclista diferente, y un tipo duro como pocos. Tal y como luce en su tatuaje. «We will never be here again» o lo que es lo mismo. «Nunca más volveremos a estar aquí».
Aquí parte de su aventura hasta el training camp del pasado noviembr
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