Desde la aparición del fenómeno Strava uno de los errores más habituales entre los ciclistas amateurs es el de querer imitar a los profesionales. Para muchos los profesionales son sus ídolos deportivos y por lo tanto su mayor espejo en el que intentar reflejarse.
Pese a todo es importante tener claro que son dos mundos completamente distintos y muy poca gente es consciente del enorme salto que hay entre un profesional y un amateur. Aquí os dejamos con algunos de los errores más comunes que se suelen cometer.
- La recuperación activa: para los profesionales la recuperación activa se a convertido en una modalidad de descanso y regeneración muscular. Salir a rodar una hora y media o 2 horas con cadencia alta y pulsaciones muy bajas es el concepto de recuperación activa. Muchos aficionados creen estar haciendo lo mismo sin tener presente que llegar a casa con 130 pulsaciones de media, apretar en los repechos o con cadencias bajas ya no es recuperación activa. Aquí un ejemplo de verdadera recuperación activa. El que nos ofrece Robert Gesink en uno de sus entrenos en su cuenta Strava.


- El descanso: la obsesión por entrenar, por salir cada día, o la mala consciencia lleva a muchos ciclistas a entrenar todo lo que pueden, olvidando por completo que el descanso es indispensable y que un día de descanso debería ser una sesión más de entrenamiento. Entrenar cada día no es bueno, y menos aún a las intensidades que lo hacen la mayoría de aficionados.
- La obsesión por la media: Pocos, o muy pocos son los ciclistas que llegan a casa sin mirar en ningún momento la media. Contados son los que son capaces de llegar a casa con 24km/h de media sin comerse la cabeza. La obsesión por la media es lo que lleva a menudo a entrenar por encima de nuestras posibilidades y por lo tanto a no hacer un buen entrenamiento especifico.
- No comer: Cualquier profesional que tiene un entrenamiento desayuna de forma importante y durante la ruta acostumbra a comer una barrita o un gel cada hora y media. ¿Porque la mayoría de aficionados no lo hace?. Seguramente el concepto de los entrenamientos en ayunas han hecho mucho daño y el deseo de afinar les lleva a cometer estos errores a la mayoría de ellos. Siempre hay que salir con algo en los bolsillos, y prácticamente siempre tendríamos que salir a entrenar después de desayunar y con los depósitos llenos. El mismo Chris Froome a confesado en más de una ocasión comer turrón de jijona como fuente de azúcar en sus entrenamientos y competiciones.

- Salir con lo «justo»: Ligado con el punto anterior tenemos otro error similar, fruto de intentar minimizar el peso que llevamos encima. Salir con solo un bidón. entrenar con tubulares, salir sin mancha ni cámaras de recambio es un grave error que cometen muchos ciclistas. Cualquier profesional sale a entrenar con los bolsillos llenos de comida y de ropa y las herramientas necesarias para solventar pequeños percances. No les importa el peso. Conviene recordar que estamos entrenando y no compitiendo, y que si alguien nos llama «globeros» por llevar una mancha demasiado grande seguramente no tenga ni idea de ciclismo o quizá nunca se haya visto todavía en ningún apuro climatológico o mecánico que le haga hecho cambiar de opinión. Si los profesionales salen con comida en los bolsillos y sobretodo con ropa de abrigo e impermeable para adaptarse a lo que se encuentren por delante porque los aficionados no?
- El fenómeno strava y el problema de los KOM’s: En los últimos años el fenómeno Strava a causado impacto en la mayoría de ciclistas y eso se nota. ¿quién es el que no ha comparado sus tiempos con otros corredores en algún segmento? o quien es el que no ha intentado acercar-se lo máximo posible o incluso conseguir un KOM? El Strava a menudo nos incentiva a entrenar por encima de nuestras posibilidades y eso nunca es bueno. Strava si, pero con moderación y como dirán algunos, con un uso siempre responsable.
- Dejar de pedalear: si nos fijamos en cualquier profesional prácticamente no deja nunca de pedalear incluso ni en las bajadas. Mantener activas las piernas y una buena cadencia es fundamental a nivel muscular. Seguir pedaleando incluso sin hacer fuerza reduce considerablemente el riesgo de calambres y la fatiga muscular.
- Subir los repechos rápido y hablar en las bajadas: Llega el repecho y la grupeta aumenta el ritmo. Otro grave error que nunca cometen los profesionales. El ritmo debe ser sostenido y excepto si realizamos trabajo especifico no hay ninguna necesidad de incrementar la fuerza (vatios) con la llegada de un repecho. Todo ello se podría ligar también con el parón que tienen la mayoría de grupetas con la llegada de la bajada. Muchos aprovechan para hablar, abrirse a lo ancho de la calzada y olvidar casi por completo que están entrenando. Esto un profesional nunca lo hace. tanto si sube como si baja la carretera nunca deja de pedalear.
Estas junto a muchas otras son las grandes diferencias entre un profesional y un ciclista aficionado. Independientemente del ritmo las diferencias son más que notables.
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