La pasión es una obsesión positiva, la obsesión es una pasión negativa.
Dicen que cualquier cosa en exceso es mala, y que las obsesiones no son buenas. De hecho, si buscamos el término obsesión en el diccionario encontramos «Perturbación anímica producida por una idea fija» e «idea fija o recurrente que condiciona una determinada actitud».
Por desgracia el ciclismo sabe mucho de ello. Hay muchas obsesiones en el ciclismo y hoy os quiero hablar de una de las más habituales: la obsesión por el peso y la comida.
Si ahora aplicamos la definición anterior a la obsesión por el peso en el ciclismo obtendríamos la siguiente definición. una «perturbación anímica producida por la idea de conseguir un mejor rendimiento que llega a condicionar nuestras comidas».
¿La cosa pinta mal verdad? Perturbación, obsesión, condicionar nuestras comidas…. No son para nada palabras bonitas. Pero es que por desgracia la cosa es cada vez menos bonita y la gente no es consciente de ello. Las redes sociales, Internet y sobretodo la obsesión por intentar reflejarse en los profesionales están haciendo mucho daño.
En primer lugar no debemos olvidar la diferencia que hay entre un profesional y el resto de aficionados. Para ellos el ciclismo, aunque disfruten con ello, es su trabajo, su fuente de ingresos y por lo tanto su máxima dedicación durante el día, mientras que para nosotros únicamente es nuestra afición, nuestra distracción y en la mayoría de casos nuestra mayor pasión.
Así pues es normal que busquen apurar tanto su peso corporal, ya que en cierto modo en función de su rendimiento deportivo podrán conseguir un mejor contrato, un mejor equipo o seguramente una mejor calidad de vida una vez terminada su carrera deportiva.
Además cuando ellos terminan su entrenamiento han terminado prácticamente su día. El resto del día se limitan a recuperar, descansar y volver a comer. Al terminar las sesión ellos ya han terminado con su máxima prioridad, mientras que a nosotros seguramente aún nos queden por delante unas cuantas por cumplir.
Con todo ello no quiero en absoluto quitar merito, ni mucho menos a su sacrificio, pero en definitiva quiero recordar que ellos son profesionales. Gente que vive de eso, y para eso.y que sobretodo tiene unas cualidades y capacidades muy superiores al resto.
El resto: La mayoría de aficionados son gente que sale a entrenar tras una jornada laboral de 8 horas, y que una vez finalizado el entreno tiene que cumplir aún con otras obligaciones de diferente índole. Aún que no seamos consciente de ello, trabajar 8 horas, ir al supermercado, llevar los niños al colegio o hacer cualquier recado va desgastando nuestras reservas de energía y no nos permite recuperar bien.

Por ello pienso que aunque estar en el peso correcto o llevar unos hábitos alimenticios saludables es absolutamente necesario, no debería obsesionarnos en ningún momento. Llegados a este punto solo nos va a llevar,en la mayoría de casos, a sufrir desmotivación, altibajos anímicos o incluso en el peor de los casos a terminar odiando la bicicleta.
A mi entender, todo esto debería hacer ver a la mayoría que es una cuestión de prioridades. Las de un profesional son unas y las nuestras deberían ser otras. A ellos cualquier gramo de más debería preocuparles. Son gente profesional, que cualquier sacrificio de más les puede recompensar. A nosotros lo que nos debería preocupar es no ponernos al limite, más aún sin conocimiento profesional y coger una anemia que nos impida ir a trabajar.
Estamos llegando a un punto en que las cosa se nos esta yendo de las manos. Es evidente que cada uno hace con su cuerpo lo que le da la gana, pero ver a cadetes, juniors o incluso gente de 40 años obsesionada con el peso, llegando a pasar hambre creo que no es bueno. Y no es bueno por varias razones:
Primero porque estamos queriendo imitar a un profesional ,sin serlo. Segundo porqué al no ser nutricionistas o gente profesional estamos (en algunos casos y dietas) poniendo en riesgo nuestra salud y la tercera y la más importantes porqué en la mayoría de casos nos estamos olvidando de lo más importante, y de lo que realmente va el ciclismo. Salir a disfrutar.
No olvidemos que a los profesionales el ciclismo les da de comer, mientras que al resto nos debería de hacer comer.
Creo que entre todos deberíamos reflexionar y sobretodo recordar que:
«La pasión es una obsesión positiva, la obsesión es una pasión negativa»
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