Alberto Contador ha cerrado la primera parte de la temporada de su renacimiento sin victorias, con varias actuaciones notables pero desprovisto de éxitos, sumando en poco más de dos meses ocho segundos puestos en cinco carreras. Estrenó los colores del Trek-Segafredo en Andalucía, para acto seguido seguir carburando en el Abu Dhabi Tour. Tras un breve descanso, acudió a una París-Niza en la que empezó muy mal y casi acaba muy bien, para ir después a la Vuelta a Cataluña y a la Vuelta al País Vasco, donde el mejor Alejandro Valverde de la historia le mandó al segundo cajón del podio en ambas pruebas.
Contador llegó a la Vuelta a Andalucía con ganas de marcha, y así lo demostró en la primera etapa, que acababa en Granada previo paso por el duro puerto de Monachil. Hasta cinco ataques lanzó Contador en la ascensión granadina, pero no pudo soltar a Alejandro Valverde, que en el sprint final se impuso con facilidad ante Izagirre, Uran, Contador y compañía. Al día siguiente, en el único final en alto de la carrera, Contador rozó la victoria tras atacar y soltar a todos sus rivales en las rampas más duras del alto Peña del Águila, pero el madrileño no contaba con que, tras coronar, había un tramo llano de casi un kilómetro. Desfondado, Contador no pudo aguantar a Thibaut Pinot, que gestionó a la perfección los esfuerzos y sobrepasó al de Pinto en los últimos metros de la etapa. Aún así se ponía líder Contador, pero por sólo 5 segundos sobre Valverde, que en la corta contrarreloj del día siguiente le dio la vuelta a la tostada y le arrebató a Contador el liderato por 1 segundo. Las dos últimas etapas no tenían mayor misterio y Contador finalizó segundo por detrás del corredor del Movistar, que se hacía con su quinta Vuelta a Andalucía por delante del nuevo corredor del Trek-Segafredo, que no pudo darle a su nueva escuadra una victoria en su primera carrera con ellos.


En la última etapa de la Vuelta a Andalucía el Trek anunciaba la participación de Contador, que quería meter más kilómetros de competición a las piernas antes de ir a la París-Niza, en el Tour de Abu Dhabi, que estrenaba categoría World Tour este año. Tras irse al suelo (como no) sin mayores consecuencias en la primera etapa, en la jornada con final en alto de la carrera árabe Contador se limitó a secar los ataques de Nairo Quintana para proteger las espaldas de su nuevo compañero Bauke Mollema, que finalmente acabó cuarto en la etapa y en la general.
Con nueve días de competición en las piernas y un equipo difícilmente mejorable, Contador llegó a la París-Niza, su primer gran objetivo de la temporada, con todas las de ganar. Sin embargo, el madrileño se encontró un clima muy adverso en la primera etapa, donde trago agua y aire para inflar un globo y se dejó tiempo con prácticamente todos sus rivales, destacando el 1:30 que cedió con Sergio Henao. Con la lección aprendida en la segunda etapa, Contador salvó los muebles y llegó a la contrarreloj del cuarto día con ganas de revindicarse y sumar la primera victoria de la temporada en una crono, que le venía como anillo al dedo, con final en el exigente Mont Brouilly. Pero fue segundo de nuevo, tras un insuperable Julian Alaphilippe, que destrozó todos los registros para ganar la etapa y ponerse líder. Tras una última etapa llana, Contador se plantó ante los tres días finales, que reunían toda la montaña de esta edición de la París-Niza, con bastante tiempo perdido, pero aún con opciones. En el primer embite volvió a ceder segundos con Henao, que aprovechó el muro de Fayence, ideal para sus características, para picar tiempo al madrileño, que entró en meta junto al resto de favoritos. Pero al día siguiente se disputaba la etapa de montaña más dura de la historia de la París-Niza, y otro galló le cantó al madrileño. Aunque fue segundo de nuevo, esta vez tras un Richie Porte que andaba lejísimos en la general, Contador soltó a Henao en el último kilómetro y se puso tercero en la general (+0:31), por detrás de Henao, nuevo líder, y Daniel Martin (+0:30). Estaba claro que Contador no se iba a rendir, y que trataría de poner en apuros a Henao en la última etapa. Como hiciera el año pasado, atacó a 50 kilómetros para el final en el Col de Peille, reventó al colombiano y se fue en solitario a por los escapados. Llegó a los pies del Col d’Eze con 50 segundos de ventaja y coronó con 40 sobre el grupo del líder, pero las piernas ya no daban para más, y a pesar de encontrar la ayuda de David de la Cruz en el descenso camino de Niza, Contador fue, de nuevo, segundo en la etapa y en la general, quedándose a tan sólo 2 segundos de arrebatarle el maillot amarillo a Henao, que no se descompuso y aguantó en Eze y en el descenso, con la ayuda del Bahrein-Merida, salvó la carrera. Contador, contento por lo que acababa de hacer pero disgustado por haber perdido la París-Niza por pocos segundos por segundo año consecutivo, sabía que en la montaña había sido el más fuerte, pero una mala estrategia en la primera etapa le privó de ganar la que habría sido su tercera París-Niza. Pese a todo, los que daban por acabado a Contador el año pasado tuvieron que tragarse sus palabras. En las última etapas de la carrera francesa demostró que, en la alta montaña, pocos pueden con él pese a sus 34 años.

Y llegó la Vuelta a Cataluña, con un recorrido diferente al de otras ediciones pero, como se vio al final, igualmente pésimo. Una contrarreloj por equipos excesivamente larga situada en la segunda etapa dejó a Contador, junto a otros favoritos, sin opciones en la general demasiado pronto. Aunque su Trek-Segafredo registró el cuarto mejor tiempo, las etapas de montaña no daban para más. En la aburridísima subida a la Molina del día siguiente Contador no pudo pelear por la victoria y en la quinta etapa, con final en Lo Port, no pudo seguir a Alejandro Valverde en el último kilómetro. El murciano volvió a batir al madrileño, pero esta vez en un puerto largo y duro. Contador llegó tercero, pegado a la rueda de Chris Froome a 10 segundos de Valverde, que repetía la victoria conseguida en la Molina y se hacía con el liderato de la ronda catalana. Al día siguiente, en una jornada de media montaña, Froome dejó claro que el mal tiempo es su debilidad, quedándose cortado en un descenso en los primeros kilómetros de la etapa. Por delante no pararon, y Contador, tercero en la general, ascendió a la segunda posición, pero a casi un minuto de Valverde, que volvió a ganar al día siguiente en el circuito de Montjuic para redondear una semana perfecta. Poco pudo hacer Contador, segundo por tercera vez en la ronda catalana, ante un soberbio Valverde, que lograba la segunda Vuelta a Cataluña de su carrera deportiva tras exhibirse día sí y día también a lo largo de la semana.

La Vuelta al País Vasco era el último objetivo de la primera parte de la temporada para Contador. Con un recorrido muy desdibujado, nada relevante sucedió en las cuatro primeras etapas en lo que a la general respectó, aunque Contador no pasó un día tranquilo. Para empezar, se fue al suelo en el último kilómetro de la primera etapa. En la cuarta etapa se cayó (se dio un trompazo serio), y tuvo que cambiar de bicicleta justo antes de empezar a subir Urkiola. Para colmo, en el último kilómetro pinchó, y no entró con el resto del grupo. Pero llegó vivo a la quinta etapa, la única de esta pésima edición de la Vuelta al País Vasco, con final en alto (en Arrate, como no), donde se dedicó a aguantar las embestidas de Valverde en el muro final, que en el esprint volvió a ganar con una piernas y se puso líder. Contador entró cortado, a 3 segundos, por una terrible caída de Samuel Sánchez en el último kilómetro que evitó, pero que le dejó cortado. Pese a todo, era el gran favorito para la contrarreloj del día siguiente. El de Pinto ha ganado cuatro veces la crono de la Itzulia, y el año pasado ganó la general gracias a una soberbia actuación en la cronometrada de la última jornada. A diferencia del resto, Contador salió con la bicicleta normal para la primera parte de la crono, que incluía un puerto, para cambiar a la cabra en la cima y afrontar el descenso y el tramo llano con las máximas garantías. En el punto intermedio marcó el mejor tiempo, pero en el tramo llano se desfondó… y Valverde volvió a superarle. El corredor del Movistar voló en la última parte de la crono y volvió a relegar a Contador al segundo puesto de la general. El cuatro veces campeón de la Vuelta al País Vasco vio como Valverde le volvía a arrebatar el triunfo, por tercera vez este año, en la general de una vuelta. Sonriente, Contador se mostró animado en meta: «lo bueno se hace esperar».

Cierto es que no ha ganado, como también es cierto que Contador ha sido súper regular en esta primera parte de la temporada. Ocupa el cuarto puesto del ranking World Tour por encima del resto de vueltómanos, y sólo el mejor Alejandro Valverde de la historia (esto da para otro artículo) ha privado a Contador de ganar varias carreras. Ya dijo el madrileño que este año se había tomado la preparación invernal con más calma respecto a otros años pensando en llegar fresco al Tour, por lo que sus resultados en primavera, pese a ser un tanto desesperantes, sólo pueden interpretarse con optimismo. Sin duda alguna, Contador ha demostrado que sigue siendo de lo mejor del pelotón, que cuenta con un gran equipo a su lado (las actuaciones de Jarlinson Pantano en la París-Niza y en la Vuelta a Cataluña han sido estelares) y que, aunque ya no es el gran favorito, puesto reservado para Chris Froome, puede pelear por la victoria en el Tour de Francia. Valientes aquellos que se atreven a descartarlo de cara a julio. Tanto segundo puesto (piensen en Peter Sagan) suele desembocar en…