La escalada es la disciplina por excelencia del ciclismo. La más difícil. La más dolorosa. Y, a consecuencia de ello, la que más emociones depara al espectador, especialmente cuando un escalador puro desafía a la montaña sin ningún temor a desfallecer en ella.
El ataque de Fabio Aru en la Planche de las Belles Filles fue imponente. Un golpe sobre la mesa en toda regla, ante nada más y nada menos que el todopoderoso Team Sky de Chris Froome. El campeón nacional italiano, que luce un maillot tricolor digno de una galería de arte, lanzó el mejor ataque posible a falta de 2 kilómetros para el final, en una de las zonas más duras del puerto. No miró para atrás en ningún momento. Salió completamente convencido de sus posibilidades. Con poco desarrollo, el ganador de la Vuelta a España 2015 fue superando las duras rampas del puerto de la Alta Saona retorciéndose sobre su bicicleta, abriendo hueco con el resto de favoritos y demostrando que ha venido a Francia a ganar la grande boucle.

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