Colombia entera lleva años esperando hacerse con el gran cetro del ciclismo mundial. Ganar el Tour de Francia ha pasado de ser un deseo a ser prácticamente una obsesión y ciertamente todo el país se ha volcado en lo que parece ya una cuestión de estado.
Lucho Herrera y Fabio Parra fueron pioneros en la conocida saga de los «escarabajos» colombianos. El último de ellos fue el primer colombiano en subirse al podio de la clasificación general en París, un camino que posteriormente siguieron tras muchos años de parón y de travesía por el desierto, Nairo Quintana en tres ocasiones (dos veces segundo y una tercero) y Rigoberto Uran, que el año pasado consiguió ser el mejor tras un imbatible Chris Froome.
Colombia entera pedía a gritos la vuelta de los escarabajos y lo cierto es que, a excepción del maillot amarillo que llevo durante tres jornadas Victor Hugo Peña en 2003 y de algunas victorias parciales de Santiago Botero y del «gato» Cárdenas, el panorama y las ambiciones a nivel de país estaban bastante lejos de las que se tienen a día de hoy. Una realidad que nos hace dar cuenta de que Colombia goza de una tremenda salud deportiva en cuanto al nivel deportivo de sus corredores que parece, de lejos, la mejor generación de su historia.

Colombia lleva años deseando que Rigoberto Uran, Sergio Henao, Carlos Betancur, Esteban Chaves y, sobre todo, Nairo Quintana, consigan vestir el maillot amarillo en los Campos Elíseos. Pero lo que debe tener claro el país del café, tan claro como lo tiene un servidor, que el verdadero #sueñoamarillo ya pasa más por las manos de Egan Bernal que por las de Quintana. El ciclista de Bocayá aún es joven y es cierto que tendrá todavía muchas oportunidades (este año, sin ir más lejos) y que probablemente aún pueda aspirar a lo más alto, pero la realidad a medio-largo plazo es que quien parece mejor situado para hacerlo con garantías es Egan Bernal.
Un corredor que corre en el mejor equipo del mundo, el Sky, que lleva un tiempo con los ojos puestos en él como el posible relevo de Chris Froome. Creen en Bernal y Bernal debe creer en el Sky para llegar a lo más alto. Paciencia, esfuerzo y sacrificio son los tres valores fundamentales para que terminen saliendo los frutos a una apuesta de futuro que el país entero haría bien en no cargarse con presión, ilusiones vespertinas y, sobre todo, exigencias a gran escala antes de tiempo. Ahí tienen como ejemplo a Nairo Quintana. Bernal es el futuro pero Colombia debe ser paciente con él y dejar que aprenda y se empape de todo lo que desprende el mejor equipo del mundo.
Es verdad, Edgan parece un ciclista más completo que Nairo (ganó la contrarreloj de los nacionales) y seguro que el sky logrará potenciar sus fortalezas y ocultar muy bien sus debilidades. Pero el sueño amarillo nació con Nairo y yo seguiré soñando, aunque con los años parezca debilitarse. Saludos desde Colombia
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