Ético, paciente y perseverante. Así se podría definir a Luis Fernando Saldarriaga (Antioquia, 1972). Tal vez el nombre de este director del equipo Manzana Postobón no dice mucho por sí mismo, pero de sus manos han salido ciclistas de clase mundial como Nairo Quintana, Esteban Chaves o Jarlinson Pantano. Y siempre bajo un mandamiento claro: tolerancia cero contra el dopaje. En una Colombia dominada por la corrupción y el dopaje, eso les ha costado muchos problemas, pero Saldarriaga siempre ha creído en su proyecto. La recompensa llegó el pasado año con el ascenso a la segunda división del ciclismo y la invitación a La Vuelta a España.
Tras la segunda etapa de la Vuelta a Aragón, no pone reparos en abrirme las puertas del coche de su equipo. Es humilde, cual director de un equipo modesto, pero consciente de su importancia capital en el futuro del ciclismo colombiano.
¿Cómo valoras el regreso de la Vuelta a Aragón?
Es una carrera que tiene su historia y volver a estar dentro del calendario UCI es una apuesta importante. Para nosotros, por ejemplo, que venimos desde Colombia y tenemos un calendario aquí, significa mucho volver a comenzar la nueva historia de la Vuelta a Aragón.
¿Qué metas os ponéis esta temporada, tras conocer que no repetiréis participación en La Vuelta?
A nosotros no nos puede afectar no estar este año en La Vuelta. Es respetable que la organización tenga prioridad por los equipos españoles, y nosotros no estamos en contra de eso. Al contrario, agradecemos que el año pasado nos tuvieran en cuenta. Creo que el ciclismo no se puede terminar si un equipo no va a una gran vuelta. Nuestra expectativa este año es seguir haciendo top10 en clasificaciones generales, mostrarnos en etapas de montaña y ganar clasificaciones de montaña. El año pasado fue muy bueno, pero tenemos que dar un paso adelante, ir peleando las generales y ser más consecuentes con los resultados.
Hemos visto cómo han explotado los colombianos Egan Bernal o Iván Sosa, pero los jóvenes de tu equipo no terminan de despegar. ¿Cómo ves la progresión de tus chavales?
Yo creo que vamos más lentos. Hay corredores que saltan muy rápido y luego eso tiene consecuencias nefastas para su futuro. Ha habido varios casos que, por esa premura de correr mucho, se llega a una especialización demasiado temprana. Después, fisiológicamente el organismo empieza a pagar eso, además de la parte psicológica de la ansiedad por conseguir resultados. Nosotros queremos hacerlo un poco más lento. Es cierto que algunos ciclistas sí que han tenido un poco más de problemas, pero más a nivel físico que de proceso evolutivo, porque no han sido consecuentes con su profesionalismo y esos errores han derivado en falta de resultados.
En la primera etapa de la Vuelta a Aragón se dejó ver Jhojan García, de solo 20 años. ¿Tienes muchas esperanzas en él?
Hay que esperar un año más para medir la evolución de Jhojan, porque fisiológicamente no ha alcanzado su nivel, su umbral de trabajo importante. Es loable que él haya aceptado estar en estas carreras con un objetivo en las generales, pero no se le puede exigir. Es un corredor que apenas cumplió 20 años y la ansiedad de los corredores es un factor importante que los entrenadores y directores tenemos que saber manejar.
¿Cuál es la clave del éxito del entrenador que llevó a Nairo Quintana a la élite?
Primero, respetar los procesos indudablemente. Y segundo, traerlos a Europa, mostrarles todo el camino y ser incidentes en la parte de fundamentación técnico-táctica, porque eso es importante cuando se enfrentan a situaciones más complejas en el profesionalismo.

No paran de salir escándalos de dopaje en Sudamérica. ¿Te preocupa la situación?
Nosotros hemos sido unos quijotes en ese tema. Hay muchos que luchamos contra el dopaje y otros que luchan por aumentar el dopaje. Las autoridades tienen que colaborar con los que pretendemos que esto se haga de una manera limpia, transparente y equitativa. Ahora vemos que Sudamérica está plagada de dopaje. Es la verdad. Todos estos casos de Costa Rica, Colombia o Argentina no le hacen bien al ciclismo. Nosotros tenemos una postura de cero tolerancia al dopaje y por ello hemos generado alguna controversia en el pelotón colombiano. Pero queremos mostrarle al patrocinador que es la mejor manera de que su marca se vea bien representada y, sobre todo, de manera ética.
¿Qué opinas de que la Vuelta a Colombia se haya salido del calendario UCI tras los 8 positivos de la pasada edición?
Es una pena. Tenemos el segundo país más potente en ciclismo según el ranking y no tenemos un sistema de control antidopaje fuerte, y eso resta posibilidades a los que hacemos las cosas de una manera equitativa. La directiva debe darse cuenta de que la Vuelta a Colombia tiene una génesis que es consecuente con la sociedad colombiana. Todo el mundo creció con la Vuelta a Colombia y debe darle el status referente. El ciclismo colombiano está bien ahora, pero se le debe retribuir con buenas carreras. Entiendo que la Colombia Oro y Paz fue un éxito, pero el referente es la Vuelta a Colombia. Porque se haga un gran evento no se puede parar las ilusiones de mejorar el ciclismo del país.
¿Volveréis a la Vuelta a Colombia?
Por nuestro patrocinador debemos estar en la Vuelta a Colombia. Lo haremos de la mejor manera pero queremos tener las suficientes garantías, porque al quedarse fuera de la categoría UCI va a estar expuesta al dopaje. Correr la Vuelta a Colombia es una apuesta del patrocinador, pero iremos con todo el amor y dedicación a hacer lo mejor ahí.
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